El ebook, clave para la escuela y el fomento de la lectura

La 2ª edición del Congreso del Libro Digital apuesta por la convivencia entre lo físico y lo digital convirtiendo las diferencias entre ambos formatos en una oportunidad para el sector

El II Congreso del Libro Digital comenzó augurando, de la mano de Gonzalo Torne, un futuro marcado más por la convivencia que por la sustitución. El novelista defendió la conciliación entre el papel y el digital tras proponer un cambio de escenario respecto a lo vivido hasta ahora. “Todos nos hemos creído la profecía de que el libro digital iba a sustituir al libro en papel […] sin embargo, las expectativas cada vez creen menos en esa profecía”. Una propuesta, la de la convivencia, sustentada en tanto en los deseos como en los precedentes sustitutivos de la tecnología. “Se ha tenido en cuenta las semejanzas pero no las diferencias”, ha explicado.

Dejar a un lado esa confrontación entre lo digital y lo físico, convertida en recurrente cuando se aborda el debate ‘Qué va a pasar…’ cualquiera que sea el contenido -la música, el cine, la información periodística y ahora el libro-, sirvió para afrontar una primera jornada en la que el ebook se situó como herramienta clave para lograr un aumento de los índices de lectura y el desarrollo de un aula que, aunque con matices, resulte más acorde a la realidad en la que han nacido los escolares de hoy.

Recuperar a usuarios de las bibliotecas y reducir el porcentaje de personas que no leen al máximo. Ese es el objetivo con el que nace eBiblio, plataforma de préstamos de libros electrónicos pensada para cumplir, según Isabel Cuadrado, jefa de planificación del área de Bibliotecas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, con el reto de incluir las colecciones digitales en los préstamos.

Isabel Cuadrado, jefa de planificación del área de Bibliotecas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (centro) y Carme Fenoll, jefa de servicio de Bibliotecas de la Generalitat de Cataluña (drcha.)

Isabel Cuadrado, jefa de planificación del área de Bibliotecas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (centro), y Carme Fenoll, jefa de servicio de Bibliotecas de la Generalitat de Cataluña (drcha).

Este proyecto, puesto en marcha en colaboración con las comunidades autónomas y con un presupuesto de 1,6 millones, fue el protagonista de la conferencia El ebook en las bibliotecas, que contó con representantes de los servicio de Bibliotecas del gobierno central, vasco y catalán además con el director de la biblioteca de la Universidad de Zaragoza.

eBiblio busca, fundamentalmente, extender la lectura a usuarios no habituales de los servicios de bibliotecas públicas, ofreciendo el acceso a los nuevos formatos y soportes; impulsar el consumo legal, además de dinamizar el mercado del ebook. En torno a un 40% de la población española no lee y reducir ese porcentaje es uno de los objetivos que se ha planteado.

La propuesta estatal pone a disposición de los servicios autonómicos tanto una plataforma  de gestión que permite el préstamo como los títulos, 1.500, y licencias de uso, 200.000, que suponen el fondo estatal. La flexibilidad de la plataforma hará que se adapte a las necesidades de cada comunidad autónoma, que podrán incorporar contenido propio.

Las propuestas autonómicas se caracterizan por una unión de todos los actores del sector. Tanto desde el País Vasco como desde Cataluña se ha buscado la unión con los autores, con los editores, con los libreros y también con los lectores y para ello buscan fundamentalmente cumplir con las expectativas: “no defraudar”. Por ello, según Carme Fenoll, jefa de servicio de Bibliotecas de la Generalitat de Cataluña destacó el trabajo realizado para que la plataforma no dé problemas, una apuesta por los contenidos e-media  “y con una selección de fondos atractiva, pensando en el lector”, donde la ficción predomina.

La dimensión social está también fuertemente arraigada en la propuesta de las bibliotecas digitales. En Cataluña aparece la figura del bibliotecario de cabecera, que recomendará títulos y lecturas y servirá de apoyo al usuario en el proceso de toma de decisión, clubes de lectura virtuales, así como la generación de una conversación on-line que fomente el hábito de la lectura.

De las propuestas traídas a esta mesa, destacó la del País Vasco por una diferencia en el planteamiento. Francisca Pulgar, la representante del Gobierno vasco, explicó el énfasis que le han puesto a la creación de colecciones, para lo que creyeron necesario apostar por el desarrollo de una plataforma propia. Dado que todavía reina la incertidumbre, una plataforma propia con código abierto se adaptaba mejor a su prioridad: “Nos permite incorporar colecciones oficiales, de ayuntamientos, vídeos que hagan los usuarios, las obras que se digitalicen con fondos públicos. Creemos que es una buena apuesta, que podremos evaluar al año que viene”.

Si bien las bibliotecas universitarias están enfocadas a un tipo de público más específico, su experiencia en el ámbito digital es anterior a los servicios públicos, sobre todo por la ventaja adquirida por los editores de revistas científicas. Según Ramón Abad, director de eBiblio, esto ha hecho que las bibliotecas universitarias españolas estén a la altura de las de centros de Estados Unidos e Inglaterra, y que el presupuesto destinado a recursos electrónicos sí sea superior al dedicado a fondos en papel, siendo de medio un 65% y llegando en algunos casos al 90%.

eBiblio está implantado por el momento en 13 comunidades autónomas pero pronto serán más, pues como dijo la representante del ministerio, “es un servicio que ha venido para quedarse” y que confirmó la continuidad del proyecto para el siguiente año que contará con un presupuesto de un millón de euros.

La mochila digital

En la primera sesión de la tarde, el sector educativo hizo gala de las posibilidades reales que el ebook tiene para un sector editorial desorientado cuando se habla en términos literarios. La mochila digital se enfrenta a una falta de recursos y a la eterna brecha, en este caso digital, que determina el territorio y el nivel socioeconómico, pero paradójicamente a la vez es la herramienta más idónea para combatir las desigualdades económicas y las diferencias que cada alumno tiene a la hora de aprender.

Arturo Canava, responsable corporativo y de desarrollo digital del Área de Investigación y Desarrollo del Grupo Edelvives a nivel internacional.

Arturo Canava, responsable corporativo y de desarrollo digital del Área de Investigación y Desarrollo del Grupo Edelvives a nivel internacional.

Los representantes de las áreas destinadas a la educación, la investigación y las TIC de las editoriales Planeta, Edelvives y Vicens Vives, expusieron un entorno en el que el ebook debe hacer frente a la falta de formación de los profesores y a la falsa creencia de que la implementación del material digital es más caro que seguir manteniendo una enseñanza basada en el papel. “Es tan sencillo como preguntarse ¿qué se quiere hacer?”, planteó Carlos Flores, de Planeta. Se preguntó por qué se argumenta que la implantación de los contenidos digitales en la educación es caro cuando cada vez se está viendo que hay más bancos de reciclaje de libros “que tienen que ser actualizados, que necesitan de alguien que los gestione” y que puede ir en detrimento de la calidad de la educación que reciban los alumnos, “pues si tu hijo está estudiando con un libro de hace siete años, ya puedes imaginar qué está aprendiendo”.

Otro de los frentes abiertos es la formación de los profesores y un velado sentimiento de frustración en el docente al verse superado en destreza y habilidad con los dispositivos electrónicos en comparación con sus alumnos. Por ello, Arturo Cavanna, del Grupo Edelvives, cree que el profesor se adapta mejor al ámbito digital con un sistema parecido al que proponía el formato tradicional: “Partimos de un libro en papel que vamos enriqueciendo. Ofrecemos el formato papel, tú tienes también toda la posibilidad digital”. Además, Carlos Escolá, de Vicens Vives, cree que también la falta de una formación adaptada a las necesidades reales del profesor en el aula dificulta un aperturismo a estos nuevos formatos y soportes.

La tarde continuó con la conferencia El Fin de la lectura tal y como la conocemos, impartida por Roger Domingo, director de los sellos de empresa de Planeta. El cada vez mayor consumo de lectura en pantalla ha hecho que nuestro cerebro cambie, por su carácter de adaptabilidad al medio, y nuestros patrones de conducta se modifique. Por eso, afirma Domingo, es más común que encontremos dificultades cuando queremos volver a leer en papel, “pues esta lectura requiere mayor nivel de concentración que la que se hace en pantalla”. Y representantes de las bibliotecas, del sector editorial y de los libreros, explicaron los retos que estos centros públicos tienen ante la llegada del ebook.

Para hoy, la segunda y última jornada profundizará en el nuevo formato EPUB3, se acercará a la autoedición a través de las experiencias de Kindle, Heraldo de Aragón y los escritores Fernando Gamboa y Amelia Noguera, y analizará la evolución del libro impreso frente a la penetración del ebook y abordará si la suscripción es la nueva forma de consumo de contenidos digitales. La clausura correrá a cargo de José Antonio Millán, lingüista, escritor y editor.

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